En el campo de los suplementos, el aceite de linaza está ganando cada vez más atención por sus beneficios para la salud. El aceite se extrae de las semillas de la planta Linum usitatissimum y es especialmente rico en ácidos grasos Omega-3, Omega-6 y Omega-9 que le confieren excepcionales propiedades antiinflamatorias. Sin embargo, el aceite de linaza es muy sensible a la oxidación, lo que supone un reto para los productores de materias primas. Entra en escena IPS, que ofrece una solución tan sencilla como eficaz: microcápsulas a base de aceite de linaza.

La solución de IPS consiste en transformar el aceite en una forma seca, protegida dentro de microcápsulas. El proceso, denominado microencapsulación por coacervación, preserva la integridad del aceite y también mejora la maquinabilidad.

El tamaño de partícula de las microcápsulas de aceite de linaza varía de 100 a 600 μm, versátil y adecuado para cada necesidad. Otra ventaja sobre las materias primas preparadas clásicamente es la composición de las microcápsulas. Contienen entre un 75% y un 85% de aceite.

La elevada concentración de principio activo garantiza que cada dosis del suplemento final posea una eficacia notable para el organismo. Esta eficacia es aún mayor si se tienen en cuenta las propiedades nutricionales inalteradas del aceite. En efecto, las microcápsulas pueden recubrirse con una membrana gastrorresistente, que protege el principio activo de la degradación química y física y lo transporta directamente al tracto intestinal del consumidor.

Con una densidad de 0,6 g/ml, las microcápsulas suministradas por IPS son ideales para numerosas formas, desde cápsulas duras hasta sobres monodosis bucodispersables. Elegir a IPS como proveedor de materia prima microencapsulada significa poder crear un producto final eficaz y versátil.