Numerosos estudios han demostrado que el sabor de los complementos alimenticios y nutracéuticos influye en su uso por parte de los consumidores. De hecho, el sabor desagradable de algunas materias primas suele ser un obstáculo que dificulta la toma constante del producto. IPS ha conseguido superar este problema con la técnica de la microencapsulación, que resulta ideal para enmascarar el sabor de la materia prima.

Pero ¿cómo consigue enmascarar la microencapsulación los sabores desagradables?

Esta técnica consiste en recubrir la materia prima con una membrana polimérica mediante el proceso de coacervación en tres etapas. Este recubrimiento aísla perfectamente las materias primas en su estado líquido o sólido, minimizando su interacción con las papilas gustativas.

La ventaja de la microencapsulación es que enmascara el sabor de la materia prima sin alterar su principio activo. La técnica también permite utilizar una concentración mucho mayor de la sustancia, evitando el riesgo de obtener un sabor excesivamente fuerte o desagradable.

Por ejemplo, muchos consumidores consideran muy molesto el uso de suplementos nutracéuticos de jengibre. Esta materia prima ofrece enormes ventajas a la hora de combatir la fatiga y el dolor muscular. Sin embargo, el sabor y el olor del jengibre son extremadamente picantes y constituye un inconveniente importante. Las microcápsulas FlowActives® a base de jengibre han sido muy bien recibidas por los clientes, que ahora pueden utilizarlas sin problemas.

Mediante el uso de la microencapsulación, IPS es capaz de proporcionar a sus clientes las materias primas adecuadas para desarrollar complementos alimenticios y nutracéuticos de alta calidad que puedan ser ingeridos incluso por los consumidores más sensibles. Materias primas como el aceite del árbol del té, el omega 3, el jengibre y la alcaravea son ahora accesibles para todos, a pesar de que su sabor siempre ha sido un factor negativo para su ingesta.